SINOPSIS

Aunque de ninguna manera puede catalogarse como una novela histórica, sino como una novela que evoca hechos históricos muy relevantes en el México de los años veinte y cuarenta, y sirven de trasfondo para contar los breves episodios existenciales de sus personajes, “Adiós, Almazán” se compone de dos tiempos fundamentales en la historia de México: la guerra cristera y el surgimiento del sinarquismo en la época del presidente Lázaro Cárdenas. Las turbulentas elecciones presidenciales de 1940, en donde el poder y las cifras oficiales declararon como candidato ganador al general Manuel Ávila Camacho, y, como perdedor, al general Juan Andreu Almazán, servirán de pretexto para contar las vicisitudes, encuentros y desencuentros de algunos personajes de la clase media de la capital de México de los años cuarenta, así como contar, en diferentes tiempos, el surgimiento, el desarrollo y los horrores de la guerra cristera y algunas consecuencias deshumanizantes de la educación social impuesta por el cardenismo en la segunda mitad de los años treinta. Durante la novela, algunos de sus personajes convergerán en un tiempo determinado, creando un hilo, una relación, un común denominador entre todos ellos, en donde diferentes pasajes, locales, calles, edificios, cines y avenidas renacerán desde el eco del México de los años cuarenta.

De esta forma, el amor, el odio, el revanchismo, el fanatismo siempre insalubre, los deseos más oscuros del alma y la corrupción política que invade a todos esos rostros que transitan a lo largo de la historia, cobrarán vida a los ojos del lector y será posible percibir, sentir, oler, por algunos instantes, la vida diaria previa a unas elecciones presidenciales, del México de 1940, además de contar algunas escenas que evocan guerreros cristeros y sinarquistas obstinados y decididos a eliminar los principios laicos y liberales más elementales.

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